Según las últimas estimaciones, España necesita actualmente entre 15.000 y 20.000 conductores de camión.
Para cubrir esta carencia, las patronales del sector intentan que se facilite la “importación” de conductores extranjeros. Los casos más conocidos son el acuerdo con Marruecos para la convalidación del carnet de conducir o la figura del “arraigo por formación” que permite la residencia legal de un extranjero mientras esté estudiando para obtener el Certificado de Aptitud Profesional (CAP).
Estas medidas, al parecer, siguen siendo insuficientes, por lo que se ha firmado un acuerdo para que los militares que obtuvieron el carnet durante su tiempo de servicio puedan recibir el curso para obtener el CAP y entrar en este sector cuando se licencien. Se estima que de esta forma podrían entrar en el mercado unos 1.000 chóferes nuevos al año. El ejército siempre ha sido una gran cantera para el transporte -¿cuántos camioneros se sacaron el carnet mientras hacían la “mili”?- y se pretende que vuelva a serlo.
CC.OO., sin embargo, tiene otra opinión: en España hay casi 24.000 demandantes de empleo cuya primera opción es conducir un camión. Pero -siempre según el sindicato- lo que se busca son inmigrantes necesitados a los que poder explotar y no profesionales que conozcan sus derechos.