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Anteayer se publicó en el BOE la lista de los 321 transportistas de edad avanzada o en situación de invalidez que recibirán ayudas para el abandono de la profesión.

Unas ayudas muy necesarias, pero como viene siendo habitual, el presupuesto asignado para ellas ni se acerca al necesario: a apenas 1 de cada cuatro de los más de 1.200 solicitantes que cumplen los requisitos y han solicitado las ayudas “les ha tocado la lotería”

El año pasado, con un presupuesto parecido, se asignaron también alrededor de 300 subvenciones para 889 solicitantes que cumplían los requisitos. El número de solicitantes aumenta constantemente, debido a que la generación del “Baby Boom” ya está llegando a la edad de jubilación. Pero los presupuestos no se actualizan teniendo en cuenta esta realidad.

Hace una década, ya se produjo una polémica similar en los EE.UU. al constatarse un importante aumento en el número de accidentes de tráiler en que los conductores del mismo eran mayores de 65 años. En la mayoría de casos, los accidentes fueron provocados por terceros, pero se atribuye a la pérdida de reflejos causada por la edad el que muchos de estos accidentes no pudieran ser evitados. Las causas de que tantos ancianos conduzcan camiones en EE.UU. son básicamente las mismas que aquí: escasez de conductores por la falta de atractivo de la profesión y dificultades para vender el camión/empresa a un precio razonable que permita compensar los bajos ingresos por jubilación.

De continuar así, pronto veremos camiones equipados con sillas salvaescaleras para que el transportista pueda acceder a su puesto de conducción.

Empresa de transporte de mercancías por carretera en Barcelona

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